NI UNA MENOS. FRAGMENTOS DE UNA INVESTIGACIÓN ACCIÓN PARTICIPATIVA CON MUJERES DEL ÁREA RECONQUISTA, SAN MARTÍN
Autor/es:
» Sofia Espul
» Yesica Morales
» Debora Gerbaudo Suarez
» Natalia Gavazzo
Descripción:
Responsable: Natalia Gavazzo, Dra. en Antropología. Equipo extensionista: Débora Gerbaudo Suárez, doctoranda en Antropología; Sofía Espul, maestranda en Antropología; Yesica Morales, educadora popular y estudiante de Sociología; Teresa Pérez, diseñadora gráfica, docente y muralista.
Mail: reconquista.idrc@gmail.com
Fb: Migrantas en Reconquista | Ig: @migrantasreconquista | Tw:@MigrantasRec
Palabras clave: Investigación-acción participativa, Medioambiente, Mujeres, Violencia de género, Juventudes
Introducción: cruces de investigación y extensión en territorio
El video presentado forma parte de una de las acciones desarrolladas en el proyecto Migrantas en Reconquista, financiado por el International Development Research Center (IDRC Canadá) e implementado por un equipo interdisciplinario de la Universidad Nacional de San Martín. A partir de un trabajo interdisciplinario, se busca evaluar los efectos desiguales del cambio climático en mujeres migrantes residentes de una zona específica de la cuenca del río Reconquista situada en el municipio de San Martín. A la vez, bajo una metodología de Investigación Acción Participativa (IAP) y junto a articuladoras/es territoriales se procura fortalecer las estrategias socioambientales de adaptación comunitaria desde una perspectiva transformativa de género.
Históricamente la cuenca fue poblada por migrantes rurales, tanto del norte del país como de países limítrofes, en muchos casos expulsados por la degradación de recursos naturales en sus lugares de origen. Sus habitantes enfrentan a diario los desafíos de vivir no sólo en áreas inundables sino también contaminadas por derrames industriales, descargas cloacales y basurales a cielo abierto (Curutchet et al., 2012) en las cercanías del relleno sanitario de la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE). En este contexto, el riesgo ambiental se combina con vulnerabilidades interseccionales del origen migratorio, la clase, el género y la generación, entre otras variables, configurando complejos modos de producción social de la desigualdad en el territorio (Gavazzo et al. 2020). Para ello, orientamos la investigación dentro de una política de extensión que la universidad viene promoviendo en este territorio desde hace algunos años.
Al respecto, vale aclarar que entendemos la “extensión” no como “transferencia” sino como una co-construcción de caminos en conjunto en el proceso de construir y hacer circular el conocimiento. En ambos casos se busca conocer para transformar, pero el rol de la universidad y el tipo de investigación involucrada es distinto. En el proyecto seguimos la tradición de extensión del IDAES en el programa Fals Borda, desde el que se plantea que “la extensión no es una “devolución”, ni tampoco una transferencia de conocimientos, sino una manera de enseñar, aprender e investigar que busca instaurar un diálogo. Un proceso comunicativo de ida y vuelta entre universidad y sociedad, entre los saberes académicos que se enseñan, aprenden y producen en la primera y los otros saberes derivados de la experiencia que circulan en la segunda (y también en la primera, aunque invisibilizados). Incluso se trata de que la extensión ayude a la redefinición de fronteras entre universidad y sociedad, a fin de enriquecer y adecuar nuestras herramientas pedagógicas y de investigación, e incluso de transformación de las realidades sociales de la que somos parte” (Gavazzo et al, 2018:4).
El recurso a la investigación con metodologías participativas nos permite practicar la extensión a través de un doble proceso de ida y vuelta entre la universidad y la comunidad. Por un lado, quienes partimos de la academia interactuamos con la comunidad haciendo trabajo de campo en el marco de nuestras investigaciones y/o siendo formadas como tal en el proceso. Por otra parte, quienes vivimos y trabajamos en la comunidad construyendo redes en el territorio, a la vez, elegimos involucrarnos en la universidad desde proyectos que buscan soluciones a problemáticas que nos interpelan.
En ese marco desarrollamos una línea de investigación sobre “Juventudes, generaciones y familias”, e identificamos que son mayormente las mujeres -adultas, niñas y/o jóvenes- quienes asumen la responsabilidad de los cuidados, tanto en sus hogares como en relación al medio ambiente que habitan. En un contexto de segregación urbana y degradación medioambiental, las mujeres son el corazón de la organización de sus barrios, y al mismo tiempo quienes también padecen múltiples desigualdades atravesadas por la violencia de género. Ante ello decidimos co-producir conocimiento sobre la interseccionalidad de la problemática que las afecta y construir estrategias de lucha con ellas, principalmente con adolescentes y jóvenes que son quienes hoy más están contribuyendo en su visibilización mediante el activismo feminista.
Un ejemplo de trabajo colaborativo audiovisual con perspectiva de género
El 3 de junio el movimiento de mujeres en Argentina conmemora el Ni Una Menos, jornada consagrada a la visibilización de la violencia de género y la lucha contra los femicidios. En el 2020 el aislamiento ante la crisis sanitaria por COVID-19 no sólo imposibilitó la expresión de la lucha en las calles, sino que también derivó en el incremento exponencial de la violencia de género en los barrios.
En el Área Reconquista, la situación se agravó por condiciones de hacinamiento en los hogares, así como también la violencia institucional y, en algunos casos, por los consumos problemáticos que exponen a las mujeres a mayores riesgos que los varones.
En ese marco, creamos una serie de piezas audiovisuales como una herramienta de comunicación que nos permitiera producir información, fortalecer redes y promover prácticas educativas dialógicas a pesar del contexto de aislamiento por la pandemia. La actividad apuntó a la construcción colectiva de una agenda y un lenguaje común desde el territorio sobre la violencia de género y su impacto entre las distintas generaciones en la familia –madres e hijas– y en la escuela –educadoras y estudiantes.
Las articuladoras territoriales del proyecto planificaron junto a docentes y estudiantes de la Escuela Secundaria Nº45 de San Martín la difusión y conmemoración de jóvenes mujeres asesinadas en los últimos cinco años en el Área Reconquista. La propuesta de la actividad fue la reconstrucción de las historias de esas jóvenes y el hecho del femicidio en sí mismo. Se trabajó en la redacción de los relatos y en la interpretación de los mismos en sus propias voces y las de sus madres bajo el mensaje “Te lo cuento yo porque ellas no pueden”. A esos relatos se los diseñó junto a videos de talleres realizados durante 2019 y de distintas movilizaciones del movimiento feminista en los últimos años.
Así se escuchan las historias de las que se fueron en las voces de las que están. Melina Romero tenía 17 años y le gustaba ir a bailar. Araceli Fulles de 22 amaba la música del Indio Solari. María Angélica Andrada chaqueña de 19 años, trabajaba en una de las plantas sociales de reciclaje del CEAMSE. Si bien las tres son distintas tienen algo en común, todas fueron víctimas de femicidio y sus cuerpos fueron hallados en José León Suárez. Un arroyo, un basural o incluso el patio de una casa. Lugares olvidados donde muchas veces las autoridades no las buscan porque como dicen “la basura acá nos atraviesa en la vida y en la muerte... en un territorio donde ser mujer es sobrevivir a la violencia cotidiana y al abandono” (Comunicado de la Mesa Reconquista).
De hecho, María Angélica fue asesinada en plena pandemia del 2020 mientras se desarrollaban los talleres y actividades educativas para la confección de los videos. Se decidió incluirla en los relatos, ya que su historia movilizó fuertemente a las jóvenes participantes, siendo esta tarea la más sostenida en su propio trayecto educativo. Hoy las une algo más en común. Sus rostros inmortalizados en murales en las calles del barrio. Sus imágenes e historias también viven en el espacio virtual y en la memoria de distintas generaciones que comparten la lucha.
En este sentido, se produjeron cuatro materiales: un video por cada joven y otro que resume la experiencia de “la Tere”, articuladora del proyecto y muralista que pintó sus retratos. Los videos circularon por varios espacios incluso más allá de los pensados. En primer lugar, fueron compartidos con las madres de las jóvenes víctimas de los femicidios quienes agradecieron y los difundieron para que nadie olvide, para seguir demandando justicia. Segundo, fueron compartidos también con “No Queda Otra”, el podcast de la Escuela Secundaria Técnica UNSAM una herramienta para seguir conectando estudiantes, familias, vecinxs y docentes en pandemia, y transmitida por la radio FM Reconquista. Con el paso del tiempo los videos fueron solicitados también por docentes y educadorxs de otras instituciones para trabajar contenidos de la Ley N°26.150 de Educación Sexual Integral en sus materias.
Algunas reflexiones finales
Pasó un año de esta experiencia, los femicidios continúan y los materiales creados siguen circulando, esta vez en un congreso académico, entonces pensamos hoy ¿qué sentidos adquiere en relación a la extensión universitaria? Más allá de la escritura académica, el uso de otros lenguajes como el audiovisual nos permite encontrar y revalorizar diálogos comunes que alimentan lo otro y poner en práctica dos de los pilares de la IAP: la simplicidad en la comunicación y la vulgarización técnica (Fals Borda, 1981:188) . Sobre todo para la Antropología la escritura de tesis y artículos se presume como la forma por excelencia de construir conocimiento, sin embargo “la monografía etnográfica es sólo uno de los varios posibles productos de investigación” (Rappaport, 2007: 199). Más aún cuando en las etnografías colaborativas son otros los lenguajes que la comunidad utiliza y demanda para resolver sus problemáticas. Otros productos pueden ser talleres, discusiones en reuniones, videos, audios, notas periodísticas, material escolar, performances artísticas, etc.
Además, las prácticas extensionistas guiadas por metodologías participativas nos permiten ampliar los modos de investigar. En este sentido, la construcción del video y de la reflexión sobre el mismo abrió la posibilidad de unir colaboración y co-teorización, esta última entendida como el diálogo entre conceptos de la antropología y de aquellos desarrollados por la comunidad (Rappaport, 2007). Ello implica un ejercicio de autoetnografía de las interlocutoras en el trabajo de campo quienes aportan sus saberes poniendo atención a lo que los otros escriben de ellos como a su propia cultura (Rappaport, 2018). En este caso, las articuladoras revisitan su propia experiencia como mujeres y jóvenes en la construcción de reflexiones sobre la violencia de género en el territorio. Esperamos a futuro profundizar los intercambios entre antropólogas y articuladoras territoriales sobre la violencia de género y también sobre el propio proceso de extensión que llevamos adelante, sus implicancias para la comunidad y para la universidad.
Bibliografía
Curutchet, G., Gutiérrez, R. y Grinberg, S. (2012). Degradación ambiental y periferia urbana: un estudio transdisciplinario sobre la contaminación en la Región Metropolitana de Buenos Aires”. Revista Ambiente y Sociedad, 15, 173-194. https://doi.org/10.1590/S1414-753X2012000200010.
Fals Borda, O. (1981). La ciencia y el pueblo: nuevas reflexiones sobre la investigación-acción. III Congreso Nacional de Sociología.
Gavazzo, N., Gerbaudo Suárez, Espul, S. y Morales, Y. (2020). Intersecciones entre migración, clase, género y generación. Las estrategias de movilidad social de mujeres migrantes en el Gran Buenos Aires. RevIISE - Revista De Ciencias Sociales y Humanas, 16(16), 115-130. http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/reviise/article/view/488.
Gavazzo, N., Espina, R, Arango, C., González, S. y Canuto, D. (2018). El diálogo de saberes como estrategia metodológica para la articulación de investigación y extensión. La experiencia del Programa Fals Borda en el IDAES. Papeles de Trabajo, edición extra, 55-71.
Rappaport, J. (2018). Más allá de la observación participante: la etnografía colaborativa como innovación teórica. En Xochitl Leyva et. al. (Coords.) Prácticas otras de conocimiento(s). Entre crisis, entre guerras (pp. 323-352). México: Editorial RETOS.
Rappaport, J. (2007). Más allá de la escritura: la epistemología de la etnografía en colaboración”. Revista Colombiana de Antropología, 43, 197-229.